El Grupo Clarín acató finalmente el fallo de la Corte Suprema de Justicia y presentó ante la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) un plan voluntario para adecuarse a los límites de la ley de medios y desmembrar en seis partes su monopolio mediático. La propuesta se complementa con la presentada dos días antes del 7D por Fintech Advisory, socio minoritario en Cablevisión, por lo que será analizada. Lo que demandará mayor atención ahora será cuando llegue el turno de adjudicación de esas unidades de negocios, ya que nada le impide a Clarín distribuirlas entre sus actuales socios.
Eran las 10.20 cuando a la reunión del directorio de la Afsca llegó la noticia de que Clarín había presentado un plan de adecuación para que su conglomerado se acote a los límites que impone el artículo 45 de la ley de medios. La propuesta es separar sus negocios audiovisuales en seis unidades –ver infografía–. Las licencias con las que opera Cablevisión en todo el país –imperio de televisión por cable que creó absorbiendo prestadoras locales de todo el país– se reparten en tres de esos paquetes: Artear (que incluye Canal 13 y TN, entre otros), Radio Mitre, FM 100 y dos FM de Córdoba y Mendoza se juntan en un solo pack, y los canales de cable (Magazine, Volver, Canal Rural o TyC Sports, entre otros), en otro.
En las oficinas de Suipacha 765 fue todo celebración. “El Grupo Clarín se presenta en las condiciones que habíamos planteado, reconociendo que existe una ley que explota servicios audiovisuales por encima de los límites establecidos, que es posible encuadrarse a los límites fijados por la norma democrática y que era falso el argumento de que desaparece TN, Canal 13 o radio Mitre”, afirmó Sabbatella.
Para evitar el proceso de adecuación de oficio que se había iniciado tras el fallo de la Corte, el escrito presentado por el grupo que comanda Héctor Magnetto propone una “acumulación de actuaciones” para que su propuesta se complemente con la presentada el 5 de diciembre de 2012 por Fintech, la firma que opera el 40% de Cablevisión, propiedad del magnate mexicano David Martínez.
El comunicado que emitió Clarín echa una leve luz sobre cuál puede ser su intento final: mantener su monopolio, aunque dividido en unidades de negocios a repartir entre sus socios. “Esta decisión es también la menos deseada –dice el texto–, ya que contraría la estrategia histórica del Grupo Clarín de mantener la necesaria integración y fortaleza para garantizar su independencia periodística […] y abordar los grandes desafíos de la era de la convergencia en las comunicaciones”.
Desde la Afsca admitieron que nada en la ley de medios impide que actuales socios se dividan en partes el monopolio. “Será tarea de Defensa de la Competencia evitar la cartelización”, explicaron, porque esas maniobras “están penadas”. Pero que “la ley no dice quiénes deben ser los compradores en un plan voluntario”, sino que corresponde a quien se está adecuando proponer a quiénes planea transferir sus licencias. Algo que, igualmente, termina aprobando o rechazando la Afsca.
Esto explica la urgencia de Clarín: si avanzaba el plan de desmembramiento de oficio iba a ser un concurso público controlado por la Afsca, que determinaría quiénes serían los futuros dueños de las licencias concursadas.
La propuesta de Clarín empezará a ser revisada por las oficinas técnicas de la Afsca antes de llegar al directorio. El organismo tiene ciento veinte días para concluir ese control, en el cual podrá aprobar, rechazar o corregir el plan de adecuación, aunque esperan terminarlo antes. “La evaluación de todos los planes permite saber si la disposición a adecuarse a la ley de parte de los empresarios es real, o si hay gato encerrado”, sentenció Sabbatella.
Fuente: BAE
