El secretario General de Bahía Blanca y candidato a concejal del distrito por Fuerza Patria analizó las expectativas sobre las próximas elecciones bonaerenses del 7 de septiembre.
La localidad de Bahía Blanca sufrió, el pasado 7 de marzo, una tragedia climática sin precedentes que afectó a más del setenta por ciento de la población y obligó a la municipalidad, junto con el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, a una durísima tarea de reconstrucción y de despliegue de ayuda solidaria. Los organismos públicos provinciales, los sindicatos, las organizaciones sociales, las asociaciones civiles, y los vecinos y vecinas de la ciudad trabajaron sin descanso durante semanas, ante la indiferencia y el abandono deliberado del gobierno nacional de Javier Milei.
El SATSAID bahiense fue una de las tantas organizaciones que puso a disposición toda su estructura y toda su militancia en pos de ayudar a la comunidad de la forma que sea. Así fue que se montó, en la sede gremial local, uno de los centros de atención más destacados de la ciudad.
Al frente de la seccional se encuentra Lisandro Arrigoni, el secretario General más joven de nuestro sindicato (39 años), y el principal impulsor de estas iniciativas solidarias. Lisando, además de ser parte de la gestión municipal, encabezada por el intendente Federico Susbielles, es el representante de los compañeros y compañeras de la actividad en la zona y hoy flamante candidato a concejal por la lista de Fuerza Patria del distrito para las próximas elecciones del 7 de septiembre, en representación del movimiento obrero.
En su oficina, en la sede gremial completamente remodelada luego de las inundaciones, y con un retrato de su padre en la pared (el histórico secretario General de la seccional, Carlos Arrigoni), nos recibió para conversar sobre los comicios locales del fin de semana que viene.
¿Qué se pone en juego en estas elecciones provinciales?
Para nosotros es importantísimo que los compañeros y compañeras voten, porque cuando uno va a votar, elige; y creo que los trabajadores tenemos mucho que elegir. Tenemos dos elecciones importantísimas, una en la que viene ahora en septiembre y la otra en octubre, donde tenemos que tratar de conseguir la mayor cantidad de bancas para que no nos arrebaten nuestros derechos que tanto nos ha costado conseguir. Nuestro secretario General, Horacio Arreceygor, decía estos días, en la caravana que hicimos en defensa de los medios públicos, que el gobierno ya tiene en carpeta meter una reforma laboral para perjudicar a los trabajadores. No es una reforma que viene a mejorar el mundo laboral: vienen a quitarnos derechos, vienen contra las instituciones sindicales, vienen por una reforma previsional que no es para mejorarle el salario a nuestros queridos jubilados y jubiladas sino para tratar de que se jubilen a los ochenta años.
¿Qué particularidades tuvo la campaña en Bahía Blanca?
En nuestro distrito es una elección sumamente distinta a lo a lo que puede ser cualquier otra porque venimos de la catástrofe que fue el 7 de marzo, lo que nos hace también caminar muy despacio en muchas cosas. Estamos haciendo un trabajo importantísimo porque sabemos y respetamos todo lo que le ha pasado a la ciudadanía, pero también necesitamos que la gente venga a votar, que valide al gobierno local, porque verdaderamente venimos trabajando para reconstruir nuestra ciudad porque se destruyó y necesitamos de las obras que nos permitan poder vivir en Bahía. Gracias al apoyo que estamos teniendo del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, están viniendo obras. La semana pasada se anunció la reconstrucción del Canal Maldonado. Este proyecto va a tardar tres años, quiere decir que nuestro gobernador no lo va a poder inaugurar, porque no renueva, pero igual sabe que tiene y quiere invertir para que los bahienses vivan mejor. Del otro lado tenemos un gobierno nacional que le dice no a la obra pública, por lo que estamos en dos formas de hacer políticas totalmente distintas. Para esta reconstrucción verdaderamente necesitamos de un gobierno que apueste a la obra pública y el único que apuesta la obra pública es el gobierno provincial y el gobierno municipal. Por eso podemos caminar por la calle, podemos dar la cara, podemos contar lo que estamos haciendo y qué es lo que podemos hacer para la ciudad.
¿Cómo afrontó el sindicato la tragedia climática de marzo?
Nuestro gremio fue uno de los sectores más afectados, tuvimos más de un metro y medio de agua en nuestra institución. Se podrán imaginar cuando abrimos la puerta, se nos caían las lágrimas de cómo había quedado el edificio, pero nos juntamos con la Comisión Directiva y con el cuerpo delegados y dijimos: “Muchachos, de acá nos tenemos que levantar”, y en diez días pudimos limpiar nuestra institución, abrimos el salón y nos pusimos a disposición de la municipalidad. Fuimos uno los centros de asistencia ejemplo, en donde se repartieron más de 6500 colchones y entregamos agua. Pero lo más importante es que contuvimos, pudimos hablar con la gente, darle tranquilidad, decirles que había un Estado presente, que nosotros somos un gremio amigo, que somos parte de una sociedad y parte de esta ciudad. Como institución estamos hace mas de cuarenta años, somos un faro dentro de lo que es el barrio y nos parecía un momento sumamente importante para poder estar y poder ser parte activa de lo que estaba pasando. Verdaderamente con esto me saco el sombrero y digo que es un orgullo, no solo por nuestra seccional, sino por todo el sindicato y el Consejo Directivo Nacional que desde un primer momento se puso a disposición nuestra para laburar en conjunto. Todas las seccionales del país aportaron, apoyaron y dieron una mano para que nosotros podamos salir adelante. Hoy el gremio lo tenemos de nuevo abierto, en estos días estamos haciendo un curso sobre Higiene y Seguridad con más de 200 compañeros. Siento orgullo de la calidad humana de nuestros trabajadores y trabajadoras.
¿Por qué es tan importante el rol de los sindicatos en este presente?
El otro día estaba terminando de leer el libro de (el ex secretario General del SATSAID) Néstor Cantariño y uno ve ahí la conformación de lo que fue el MTA en esos años noventa o veo al Chavo Arreceygor ahora con la Corriente Federal de Trabajadores y te da la pauta de dónde nosotros estamos parados, siempre del lado de la lucha para que los laburantes estén mejor. Y si uno se pregunta por qué votamos ciertas políticas, se asienta en lo que es nuestra historia. Nosotros en 2003 teníamos 7000 afiliados; cuando terminó el gobierno de Cristina, en 2015, teníamos 35.000. Ese mismo año habíamos hecho un congreso a nivel nacional en el que habíamos debatido la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas y de poder aportar un poco más para poder jubilarnos con una mejor jubilación. Inauguramos un hotel de cinco estrellas para poder mantener todo el sistema social que tenemos como institución. Hay marca de por qué afiliarse: porque tenemos un gremio que siempre da las luchas que tiene que que dar, porque somos un gremio que nos ocupamos y nos preocupamos porque el trabajador y la familia estén cada vez mejor. Este año, a pesar de todo lo que nos pasó en marzo, hicimos la entrega de útiles a todos los trabajadores y trabajadoras de nuestro gremio. En julio, hicimos nuestra colonia de vacaciones para llegar a cada trabajador y trabajadora, y estamos ya pensando en cómo, en las diferentes paritarias, cuidarle el salario a los trabajadores. El mes pasado hicimos la novena edición de la 7K Carrera Solidaria “Carlos Arrigoni” superando todas las expectativas y la verdad que nos fue excelente, el otro día hicimos la entrega de los casi seis millones recaudados en el evento a la Fundación Lazos que trabaja con gente con capacidades diferentes, y ya estamos pensando en el año que viene hacer un festival por los diez años de este evento que es una marca en la ciudad y un homenaje a un gran dirigente como fue mi viejo.
