Con una ceremonia organizada por la Asociación del Personal Legislativo (APL) se realizó un homenaje a diputados y trabajadores legislativos detenidos desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar.
El acto presidido por el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, contó con la presencia de las autoridades de la APL, representantes de movimientos de derechos humanos y varios legisladores, entre los que se encontraba la compañera diputada nacional y dirigente del SATSAID, Mónica Contrera.
El homenaje culminó con la colocación de baldosas en la vereda del Anexo A de la Cámara de Diputados, con los nombres de los compañeros desaparecidos: los legisladores Rodolfo Ortega Peña, Diego Muñiz Barreto, Leonardo Bettanin, Miguel Domingo Zavala Rodríguez, Mario Abel Amaya, Bernardo Samuel Villalba, Armando Daniel Croatto y Luis Carnevale; y los trabajadores legislativos Sara Ponti, médica del equipo René Favaloro y oriunda de Santiago del Estero; Juan Carlos Palumbo, que se desempeñaba en Automotores del Senado; Néstor Ortíz, asesor del senador José Humberto Martiarena; Eduardo Horane, asesor y militante de Vanguardia Comunista; José Waisman, abogado y asesor; y Beatriz Arango, María Virginia Brizuela, Ana María Tosetti y José Agustín Potenza, quienes trabajaban en la Biblioteca.
Contrera, que integra la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, expresó que “desde nuestras bancas no podemos menos que acompañar esta iniciativa de la Asociación del Personal Legislativo, de su secretario general Norberto Di Próspero, y de la Comisión de Derechos Humanos del gremio, encabezada por Elena Ferreyra, porque los diputados y los senadores también somos en definitiva trabajadores de esta casa (el Congreso Nacional)”
Además, dedicó especiales palabras para uno de los compañeros recordados, el exdiputado nacional chubutense Mario Abel Amaya: “Su figura trasciende a su partido, cuyos miembros en muchos casos lo ignoraron, y este homenaje es algo que debe llenarnos de orgullo a todos los chubutenses que militamos en el campo popular. Se trató de un hombre que defendió causas de Derechos Humanos cuando muy pocos se animaban a hacerlo, una persona que lo dejó todo de lado para dedicarse de lleno a una causa y, producto de ello, tuvo en su momento un enorme reconocimiento por parte de la sociedad”.
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