Las mujeres del SATSAID volvimos de Rosario con una sonrisa tatuada en nuestros rostros. El cansancio de tres días de actividades casi sin pausa no pudo con la satisfacción y el orgullo de viajar, por primera vez, de forma orgánica. “Una puede asistir perfectamente en forma individual pero sentir la pertenencia y el sostén institucional a la hora de incidir es fundamental”, coincidían las delegadas. “El relato de la propia experiencia como parte de un testimonio que contribuirá a una propuesta de cambio es mucho más poderoso cuando es grupal.”
Poblamos las calles con la convicción de que en Rosario “la Matria era la Otra” y de esa forma nos cruzamos y entrecruzamos, nos conocimos y reconocimos en esa mirada de género que nos reunía, ansiosas por escuchar y hablar de experiencias comunes que con conclusiones diversas nos llenaron las valijas de herramientas para continuar las luchas.
Junto a la Secretaria de la Mujer, Verónica Blanco, la Secretaria Adjunta de Rosario, Alicia Couselo y la Secretaria de la Mujer de Córdoba, Rossana Rodriguez, la delegación participó de distintos talleres cuyos temas atraviesan nuestra actividad como: Organización Sindical, Poder Judicial, Medios de Comunicación, Salud, Trabajo Productivo y Poder y Política.
Otras temáticas como violencia, aborto, feminización de la pobreza, precarización laboral, impacto de la inflación en las economías familiares y criminalización de la protesta, fueron transversales tanto en los talleres como fuera de ellos. Cada espacio fue tomado como una posibilidad de debate e intercambio. Plazas, bares, costaneras, escalinatas y cordones de veredas se convirtieron en posibles espacios de saberes compartidos y reflexiones.
El recuerdo de la marcha de cierre junto con la Corriente Federal de las Trabajadoras nos emocionará durante mucho tiempo. Más de cuarenta cuadras de fiesta colectiva ponían un moño al trabajo realizado.
Para los que aún no logran captar la dimensión de estos Encuentros nosotras podemos asegurar, con conocimiento de causa, que ninguna vuelve igual después de vivir estos tres días adrenalínicos. Aprendemos, compartimos y tejemos redes que sortean edades, culturas, religiones, ideologías y pertenencias. No somos ni jóvenes ni viejas, ni flacas ni gordas, ni blancas ni negras, ni lindas ni feas, ni heteras ni tortas, somos mujeres idénticas que buscamos ese espejo transparente en el cual reconocernos y donde la única reina es la sororidad.
Rosario siempre estuvo cerca canta Fito Páez; Chaco, próxima sede del Encuentro, capaz que no tanto. Lo cierto es que cuando hablamos de enredarnos poco importan los kilómetros. Las delegadas del SATSAID ya empezamos a tachar los días de nuestro calendario con la urgencia de que el 2017 sea ya y que seamos cada vez más porque EL ENCUENTRO SOMOS TODAS.
Video realizado por ABC Filmaciones.
