La actriz y directora Ana María Giunta falleció el sábado a los 72 años en su casa del barrio de Balvanera como consecuencia de una crisis respiratoria. Sus restos fueron trasladados este lunes al Panteón de la Asociación Argentina de Actores en el cementerio de la Chacarita.
En 2014 había estado internada en terapia intensiva en tres ocasiones por complicaciones respiratorias debido a un enfisema pulmonar. Además, sufría de obesidad y diabetes y debía recibir oxígeno en forma permanente y tomar 17 medicamentos por día.
Nació el 1 de marzo de 1943 en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, y cuando tenía diez años se radicó con su familia en Mendoza, donde se formó como asistente social, profesora de música, artista plástica y escritora.
Junto a Antonio Di Benedetto y otros autores creó el grupo literario “La sota” y fue también fundadora de la filial regional de la Asociación de Actores.
Giunta hizo una bandera de la lucha contra la discriminación a los obesos, discapacitados mentales y motores, extranjeros, ancianos y niños, entre muchas otras variantes de acendrados prejuicios y con ellos impulsó durante más de 15 años de los “Talleres de Arte para la Vida”.
En cine tuvo 19 apariciones desde su papel inaugural en “Juan que reía”, de Carlos Galettini, (1976), donde encarnó a Minga y obtuvo el Cóndor de Plata por su actuación en “La película del rey”, de Carlos Sorín (1986).
Participó en “Contragolpe” (1979), “Queridas amigas” (1980), “Toto Paniagua (1980)”, “Chechechela” (1986), “Una chica de barrio” (1986), “Las minas de Salomón Rey” (1986), “Susana quiere, el negro también!” (1987), “El acompañamiento”
(1988), “Extrañas salvajes (1988)”.
También en “Paraíso relax” (1988), “Eterna sonrisa de New Jersey” (1989), “Yo tenía un plazo fijo” (1990), “Picado fino” (1993), “S.O.S. Gulubú” (1994), “De mi barrio con amor” (1995), “Las aventuras de Dios” (2000), “¿Te dije que te quiero?” (2002), “Dos ilusiones” (2004), “Sensaciones” (2006) y “Algunos días sin música” (2014).
Con un amplio recorrido teatral, Giunta se hizo popular a través de programas televisivos como “Atreverse”, “Tiempo final” y “Chiquititas”, entre otros mojones de una trayectoria por la que mereció ser distinguida como Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y obtener el Premio Podestá a la trayectoria que entrega el Senado de la Nación.
Pero en 2005, durante una entrevista con Télam por el estreno de “Dios los junta y el diablo los amontona” donde reunió a un heterogéneo elenco formado en sus talleres, eligió definirse como “autora y tejedora de textos”.
En enero pasado y tras estar saliendo de un delicado estado de salud, dio su último reportaje y explicó su labor social y artística. “A los que vienen les enseño teatro, pero también a comer, a defenderse, a caminar, a sumar y a restar, a atender el teléfono, a cruzar la calle. Lo que deben saber para sobrevivir. El alumno más chiquito tiene dos años y el más grande se murió hace tres meses y tenía 86. Viene gente con y sin discapacidad. Tengo nenas de la villa también”.
Fuente: Telam