En el marco del Día Mundial del Lupus, TV Salud repasa las claves de esta enfermedad autoinmune. Qué es, cómo se manifiesta y por qué la detección temprana es fundamental.
El lupus es una enfermedad autoinmunitaria que ocurre cuando el sistema inmunológico ataca por error tejidos y órganos sanos. Esta inflamación puede comprometer articulaciones, piel, riñones, sangre, pulmones, corazón y cerebro.
Su diagnóstico no siempre es sencillo, ya que sus síntomas se confunden con los de otras enfermedades. Uno de los signos más distintivos es una erupción en forma de mariposa en el rostro, aunque no siempre está presente.
Algunas personas nacen con una predisposición genética que, al exponerse a ciertos desencadenantes como infecciones, medicamentos o la luz solar, puede activar la enfermedad. No existe una cura, pero sí tratamientos que ayudan a controlar los síntomas.
Síntomas frecuentes
Los signos pueden variar entre personas y a lo largo del tiempo. La mayoría presenta brotes que luego remiten. Los síntomas más comunes incluyen:
- Fatiga
- Fiebre
- Dolor e hinchazón en las articulaciones
- Erupciones cutáneas (especialmente en el rostro)
- Lesiones en la piel sensibles al sol
- Dedos que se vuelven blancos o azules con el frío o el estrés
- Dolor en el pecho y dificultad para respirar
- Sequedad ocular
- Dolores de cabeza, confusión y problemas de memoria
Causas y factores de riesgo
Aunque se desconoce la causa exacta, el lupus se vincula con factores genéticos y ambientales. Entre los posibles desencadenantes se encuentran:
- Luz solar: puede activar lesiones cutáneas o brotes internos.
- Infecciones: pueden iniciar o reactivar la enfermedad.
- Medicamentos: algunos fármacos para la presión arterial, convulsiones o antibióticos pueden inducir lupus.
Afecta con mayor frecuencia a mujeres, especialmente entre los 15 y 45 años, y es más común en personas afroamericanas, hispanas y asiáticas.
Complicaciones posibles
La inflamación puede afectar órganos vitales y provocar:
- Daño renal (una de las principales causas de muerte por lupus)
- Problemas neurológicos, como convulsiones o cambios en el comportamiento
- Trastornos hematológicos, como anemia o mayor riesgo de coágulos
- Enfermedades pulmonares o cardíacas
- Mayor vulnerabilidad a infecciones
- Mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer
- Necrosis ósea (pérdida de irrigación sanguínea en los huesos)
- Complicaciones en el embarazo, como hipertensión, parto prematuro o aborto espontáneo
Los especialistas suelen recomendar esperar al menos seis meses con la enfermedad controlada antes de intentar un embarazo.
Si tenés síntomas persistentes o dudas, consultá con tu profesional de confianza de TV Salud.