El conglomerado estadounidense de medios y entretenimiento Viacom está a un paso de cerrar la compra de Telefe, la cadena de TV abierta de mayor audiencia del país, propiedad de la española Telefónica. Viacom ofreció alrededor de US$ 400 millones y superó las ofertas de Time Warner-Turner y del grupo Cisneros, los otros dos interesados que hasta ayer seguían en carrera. Todas las fuentes consultadas por LA NACION daban como muy avanzado el acuerdo, pero ninguna lo confirmaba formalmente. La semana próxima será clave en ese proceso.
La operación sorprendió a la industria por el monto comprometido -el equivalente a 20 veces el resultado bruto o Ebitda, en la jerga financiera- y por el fuerte desembarco en América latina que implicaría para Viacom.
Altos directivos de esa empresa se encontraron ayer con el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, y con el presidente del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), Miguel de Godoy, que están en Washington encabezando una gira de empresarios de medios, telecomunicaciones y tecnología. En esa reunión se conversó sobre la transacción, que debe ser aprobada por el gobierno argentino a través del Enacom y de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC).
Telefe, la señal abierta más vista del país en los últimos 25 años, es el único canal de TV tradicional que la española Telefónica opera en el mundo, resabio de una expansión fallida en la radiodifusión que tuvo lugar a fines de los años 90. En 2000, la firma de telecomunicaciones pagó US$ 900 millones por la emisora, inaugurada el 21 de julio de 1961 como Canal 11.
Actualmente, el grupo Telefe abarca 9 canales de TV abierta en Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Tucumán, Bahía Blanca, Neuquén, Santa fe, Salta y Mar del Plata; tiene unos 1700 empleados y varias sedes que gradualmente están convergiendo en su base operativa de Martínez, en la zona norte del conurbano. En los últimos años, la empresa incursionó fuertemente en los medios digitales con su propia red de youtubers, una tienda de e-commerce y aplicaciones móviles. Telefe factura anualmente unos US$ 200 millones.
En 2008, a nombre de varios empresarios kirchneristas, Rudy Ulloa Igor -amigo y ex asistente del entonces presidente, Néstor Kirchner- hizo una oferta para quedarse con la señal, que en ese momento fue estimada en US$ 320 millones. En los últimos años, el canal fue uno de los más beneficiados en el reparto de la publicidad oficial.
Viacom es uno de los conglomerados de medios más grandes del mundo, detrás de Comcast-NBC, Disney, Time-Warner (que acaba de ser adquirida por AT&T) y Fox-News Corp. Los empresarios Sumner y Shari Redstone controlan Viacom a través de National Amusements, que también controla CBS Corporation. Ambas firmas podrían iniciar un proceso de fusión en los próximos meses. Viacom -que el año pasado facturó US$ 13.270 millones- tiene dos grandes divisiones, una en el ámbito del cine, con Paramount Pictures y Dreamworks, y otra en televisión paga, cuyas principales señales son MTV, Comedy Central, Paramount Channel y Nickelodeon. National Amusements también es propietaria de 1500 pantallas de cine en Estados Unidos, el Reino Unido, Rusia y América latina, entre ellas Showcase Cinemas Argentina.
En la Argentina, Viacom tuvo una pequeña oficina comercial hasta 2007, cuando decidió trasladar su base latinoamericana a Buenos Aires, donde hoy trabajan unas 150 personas. En esa época intentó quedarse con Imagen Satelital SA, programadora de señales como Space e I-Sat, pero perdió ante Turner, filial de Time Warner. Más allá de su hermana CBS (que facturó el año pasado US$ 13.890 millones), Viacom no tiene negocios en TV abierta en ningún otro lugar. En lo que fue una primera avanzada sobre Telefe, semanas atrás pasó por Buenos Aires el presidente de Viacom International Media Networks Americas, Pierluigi Gazzolo, que visitó las oficinas y los estudios de Telefe y se reunió con De Godoy. Gazzolo es el responsable de los negocios de Viacom en América latina, Canadá y el mercado hispano de Estados Unidos.
La venta de Telefe forma parte de la estrategia de Telefónica de desprenderse de activos no estratégicos para reducir el peso global de su deuda. En esa línea, el grupo español tuvo recientemente dos tropezones: intentó vender su filial británica O2, algo que fue impedido por el gobierno del Reino Unido, y debió postergar la salida a la Bolsa de su empresa de antenas y cables submarinos Telxius por el bajo precio de las ofertas.
Aunque en magnitudes mucho menores, la venta de Telefe rompe esa racha. El grupo español le había puesto el cartel de venta al grupo de canales a principios de este año y el primer interesado fue Turner, que opera desde la Argentina varias señales de TV paga regionales y emplea a unas 900 personas. Las negociaciones avanzaron y fueron motivo de consulta de las empresas con el nuevo Gobierno, pero Telefónica hizo una convocatoria privada que finalmente dejó tres interesados.
En esa compulsa, Turner llevaba las de ganar hasta que hace diez días su casa matriz fue comprada por el gigante de las telecomunicaciones AT&T, y todos los grandes proyectos entraron en una fase más conservadora.
Turner mantiene el interés en el fútbol de primera
A Turner, la compra de Time Warner -su casa matriz- por parte de AT&T le alteró todos los planes y, entre otras cosas, enfrió su interés en Telefe. Sin embargo, según supo LA NACION, la programadora de señales de TV paga sigue interesada en adquirir los derechos de televisación del campeonato argentino de fútbol, apenas la AFA tenga una institucionalidad que le permita firmar contratos. Para Turner, los deportes son una necesidad estratégica: necesita acortar distancias con sus dos grandes competidores en la región, Disney -dueña de ESPN- y 21st Century Fox -propietaria de Fox Sports-. En la Argentina, en ese segmento también compite TyC Sports, la sociedad de Grupo Clarín y Torneos.
FUENTE: La Nación
Nota de José Crettaz
