Llega el momento en que la cultura nacional en su conjunto aplique talento y productos propios, como ya comenzaron a explotar las productoras locales, para acoplarse a la r\u00e1pida expansi\u00f3n que est\u00e1n teniendo las v\u00edas de distribuci\u00f3n de productos de la televisi\u00f3n digital -que permite ensanchar el espectro de banda de los canales de TV abierta- y de los sistemas cerrados de televisi\u00f3n, as\u00ed como las series para Internet y contenidos para celulares. <\/p>\n
Art\u00edfices de una oferta cultural que se completa con otros siete grandes rubros, como libros, dise\u00f1o, patrimonio, formaci\u00f3n, producci\u00f3n y edici\u00f3n musical, artes pl\u00e1sticas y visuales, y artes esc\u00e9nicas y espect\u00e1culos.<\/p>\n
Sumados amasan casi 2.000 millones de d\u00f3lares de valor agregado, m\u00e1s de 3 puntos del PIB, en un escal\u00f3n expectante, parejo al de Colombia en la regi\u00f3n, que los posiciona para duplicar en poco tiempo el volumen, aprovechando el gran incremento en los \u00faltimos a\u00f1os a nivel mundial que presente el comercio de formatos audiovisuales.<\/p>\n
La ductilidad de poder adecuar historias o entretenimientos de probado \u00e9xito en otros mercados de la que han hecho gala abre las puertas a la penetraci\u00f3n de contenidos en algunos pa\u00edses que fomentan la industria local mediante la fijaci\u00f3n de cuotas de producci\u00f3n nacional, y adem\u00e1s generan una expectativa creciente de mejora en los ingresos publicitarios.<\/p>\n
Dami\u00e1n Kirzner, un productor independiente y especialista en contenidos que se presentan en distintos formatos, considera que \u201cla producci\u00f3n y exportaci\u00f3n pueden incrementarse si se abre el juego a nuevos actores a trav\u00e9s de la Ley de Medios, a fin de propiciar una redistribuci\u00f3n del negocio y desconcentraci\u00f3n de pantallas que permita a muchos productos ser exhibidos en se\u00f1ales competitivas y, de esta manera, darse a conocer\u201d, seg\u00fan sus palabras.<\/p>\n
Entra\u00f1a todo un desaf\u00edo proteger y preservar el acervo cultural argentino de los gigantes mundiales como productoras Disney, Wagner, Sony, o incluso los grandes locales, cuando se aspira a la diversidad.<\/p>\n
Han transcurrido casi 30 a\u00f1os desde que las \u201cindustrias culturales\u201d eran un asunto de an\u00e1lisis para fil\u00f3sofos de la escuela de Frankfurt, como T.W Adorno y M. Horkheimer, pero no hace ni tres que deja at\u00f3nitos a los economistas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) cuando cierran en las planillas que las exportaciones globales de bienes y servicios creativos alcanzaron una cifra r\u00e9cord de u$s624.000 millones, luego de venir creciendo a una tasa promedio del 14% anual entre 2002 y 2008.<\/p>\n
Aunque desde una escala much\u00edsimo menor, Argentina no les perd\u00eda pisada a los mercaderes globales de la producci\u00f3n competitiva de libros, revistas, m\u00fasica, artes visuales, productos audiovisuales, multimedia y de software, que grandes grupos que concentran la importaci\u00f3n y la exportaci\u00f3n de contenidos creados sobre base tecnol\u00f3gica y protegidos por el derecho de autor generaban Jap\u00f3n, Estados Unidos o Reino Unido.<\/p>\n
Pero un nuevo mapa de la cultura nacional emergi\u00f3 con el nuevo milenio. \u201cEn 2002 no hab\u00eda producci\u00f3n de libros, ni de pel\u00edculas argentinas y no se pod\u00eda vivir de la cultura argentina\u201d, resume la directora de Industrias Culturales del Ministerio de Cultura, la soci\u00f3loga Natalia Calcagno.<\/p>\n
Sin divisas para traer del exterior los contenidos televisivos, cinematogr\u00e1ficos o la m\u00fasica extranjera que se demandaba de la clase media para arriba, empez\u00f3 a aplicarse la pol\u00edtica de sustituci\u00f3n de importaciones que privilegia el crecimiento y desarrollo de la industria nacional, para lo cual el Estado invirti\u00f3 en el sector, a trav\u00e9s de organismos descentralizados (INCAA, Biblioteca Nacional, Conabip, Teatro Cervantes, entre otros), as\u00ed como a trav\u00e9s de la Secretar\u00eda de Medios, AFSCA, Biblioteca del Congreso, Comisi\u00f3n de Comunicaciones), adem\u00e1s de infraestructura a cargo del Ministerio de Planificaci\u00f3n Federal, alrededor de 5.000 millones de pesos anuales, un apoyo como nunca se dio en la Argentina, entre el 2003 y 2015.<\/p>\n
Encuesta dom\u00e9stica<\/strong><\/p>\n La autopista de la industria cuya materia prima es la gris se aprecia en la \u00faltima encuesta nacional de consumos culturales que publica la cartera que conduce Teresa Parodi, seg\u00fan la cual, como consumidores, todos los argentinos miran TV (99%), todos escuchan m\u00fasica (97%) y casi el 90% lee habitualmente en alg\u00fan formato (libros, revistas o pantallas), as\u00ed como que algunas de las pel\u00edculas m\u00e1s vistas, muchos de los libros m\u00e1s le\u00eddos y la mayor\u00eda de los discos m\u00e1s escuchados son de origen nacional.<\/p>\n De mismo modo que, en el rol emisor, las exportaciones culturales rondaron los u$s500 millones en los \u00faltimos a\u00f1os, y en contenido audiovisual cultural y educativo erigen al pa\u00eds en uno de los principales productores del mundo por haber aumentado las ventas externas de formatos 150%, que sit\u00faan al talento nacional cuarto detr\u00e1s de Gran Breta\u00f1a, Estados Unidos y Holanda.<\/p>\n As\u00ed se gest\u00f3, desde 2003, una tasa interanual promedio de crecimiento del PIB cultural del 14,4%, en consonancia con la de las potencias desarrolladas y por encima de la econom\u00eda nacional en su conjunto.<\/p>\n El PBI cultural argentino salt\u00f3 del 2,3% del indicador general de la producci\u00f3n de bienes y servicios en el 2004 hacia el 3,83% de 2011, \u00faltimo registro disponible.<\/p>\n \u201cSignifica m\u00e1s de 30 veces el valor econ\u00f3mico generado por la pesca, tres veces el de la miner\u00eda y el doble que el de servicios financieros\u201d, compar\u00f3 el ministra Teresa Parodi, a quien no se le escap\u00f3 la incidencia que la apertura de 200.000 puestos de trabajo directo y otros 200.000 indirectos de las actividades culturales tuvo en el empleo general. \u201cLos 467.000 puestos de trabajo directos que genera superan 70% a los que hab\u00eda en 2003 y equivalen al 3% del total\u201d, expres\u00f3.<\/p>\n El progreso se caracteriz\u00f3 por una creciente digitalizaci\u00f3n de contenidos, es decir, un vuelco cada vez m\u00e1s pronunciado, desde los bienes tangibles a los intangibles, como los servicios de televisi\u00f3n, pel\u00edculas y m\u00fasica, as\u00ed como los contenidos para televisi\u00f3n y las licencias de uso, reproducci\u00f3n y distribuci\u00f3n.<\/p>\n Parodi a\u00f1adi\u00f3 m\u00e1s datos en esa direcci\u00f3n, como que entre 2003 y 2013, la producci\u00f3n editorial se multiplic\u00f3 por 3,50 veces en el pa\u00eds. Y que en 2013 se imprimieron 88.171.750 ejemplares de libros, lo que significa unos 241.600 por d\u00eda.<\/p>\n Contabiliz\u00f3 asimismo 2.086 bibliotecas populares distribuidas por todo el territorio nacional, y fueron 3.680 las empresas culturales que participaron de las rondas de negocios del Mercado de Industrias Culturales de la Argentina (MICA).<\/p>\n Balanza de la industria cultural<\/strong><\/p>\n El sector cultural no fue ajeno a los l\u00edmites en materia cambiaria aplicados a partir de 2011, debido a la restricci\u00f3n externa de d\u00f3lares que soportaba el pa\u00eds.<\/p>\n El Sistema de Informaci\u00f3n Cultural de la Argentina (SinCA) muestra que el saldo externo de los servicios culturales hab\u00eda tocado el pico negativo de 113 millones de d\u00f3lares para el momento del estallido de la burbuja inmobiliaria estadounidense y se retrotrajo a 10 y 16 millones de d\u00f3lares en 2012 y 2013, respectivamente, a\u00f1os de ajuste financiero global.<\/p>\n Si bien al igual que las de Colombia y Brasil, la industria cultural argentina exporta, no logran escapar del d\u00e9ficit cr\u00f3nico que aqueja a la balanza comercial de estos productos del conocimiento y del ingenio humanos en todos los pa\u00edses de Sudam\u00e9rica, m\u00e1s tecnol\u00f3gico-dependientes en t\u00e9rminos de los insumos.<\/p>\n La cuenta es que si entraron por un platillo de la balanza 250 millones de d\u00f3lares, salieron m\u00e1s de 500 millones de d\u00f3lares por el otro. Estados Unidos, China, Espa\u00f1a y el Reino Unido son los cuatro proveedores de alrededor del 40% de las importaciones culturales de la regi\u00f3n, mientras que dentro del propio circuito austral, cerrado entre Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Per\u00fa, Paraguay, Uruguay y Venezuela, se intercambian libros, pel\u00edculas y m\u00fasica.<\/p>\n Sin embargo, puertas adentro, la industria cultural ya produce 5.900 horas de contenido audiovisual, con 100.000 nuevos puestos de trabajo y la apertura de 31 se\u00f1ales en la Televisi\u00f3n Digital Abierta (TDA), un movimiento de la polea productiva que abastecer\u00e1 los mercados que se ir\u00e1n abriendo con las llaves del prestigio internacional ganado.<\/p>\n