Si hay un lugar com\u00fan pavote y mediocre es hablar de (o esperar) un veredicto de la Historia sobre los l\u00edderes o grandes dirigentes. No existe ese tribunal impersonal (ejem), \u201cindependiente\u201d. Los que van juzgando son los pueblos, portadores y defensores de intereses. El presidente Hugo Ch\u00e1vez se fue glorificado en las urnas por su pueblo, revalidado en numerosas ocasiones, repuesto en su lugar por movilizaciones masivas tras el nefasto golpe de 2002. La \u00faltima elecci\u00f3n fue una m\u00e1s (porque ratific\u00f3 una tendencia) y fue \u00fanica porque se produjo en medio de su enfermedad: qued\u00f3 como el pronunciamiento final y tajante. Lo que Ch\u00e1vez fue para Venezuela lo plebiscitaron sus compatriotas. Los n\u00fameros y la recurrencia hablan solos, poco hay que agregar.<\/p>\n
Ten\u00eda un gran manejo medi\u00e1tico e histri\u00f3nico… Lo que concret\u00f3 es bien tangible. Es dif\u00edcil mensurar la proporci\u00f3n internacional de Ch\u00e1vez sin puntualizar que Venezuela no es una potencia econ\u00f3mica ni militar. Que jam\u00e1s un presidente de ese pa\u00eds fue tan conocido, amado u odiado, funcionando como referencia en esta Am\u00e9rica y en el mundo. Hay que saber mucha pol\u00edtica, tener mucho don de mando y capacidad de negociaci\u00f3n para conseguir tanto con una \u201cbase material\u201d tan acotada.<\/p>\n
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En la regi\u00f3n fue un l\u00edder formidable y constructivo. Central para un nuevo dise\u00f1o del Mercosur, que aglutin\u00f3 a los tres pa\u00edses con mayor PBI. Determinante para el \u201cNo al ALCA\u201d, que sepult\u00f3 una propuesta pol\u00edtica norteamericana en la Cumbre de Mar del Plata.<\/p>\n
El hombre, claro, supo aliarse. Primero que nada, con Argentina y Brasil. La narrativa dominante sobre esta etapa se saltea la conjunci\u00f3n entre los dos pa\u00edses m\u00e1s relevantes de Am\u00e9rica del Sur, durante las presidencias de Lula da Silva, N\u00e9stor Kirchner, Cristina Fern\u00e1ndez de Kirchner y Dilma Rousseff. La uni\u00f3n estrat\u00e9gica es un eje de la \u00e9poca, que en estas pampas se subestima o se niega para demostrar que lo de Brasil es formidable y lo nuestro un engendro. La sincron\u00eda en tantas medidas, la articulaci\u00f3n y comunicaci\u00f3n permanentes refutan esa lectura perezosa.<\/p>\n
Ch\u00e1vez capt\u00f3 ese cuadro de situaci\u00f3n y supo jugar dentro de \u00e9l. Un ejemplo redondo fue la mentada Cumbre de Mar del Plata, donde acept\u00f3 (divertido, desde ya) hacer de chico malo cuando Kirchner y Lula se lo ped\u00edan o manejar la extensi\u00f3n de sus discursos para dilatar o acortar una reuni\u00f3n. El saldo fue el rechazo a una tremenda iniciativa imperial, conseguido a pulso.<\/p>\n
Otro logro, chocante con la caricatura que dibuja la derecha, es cu\u00e1n importante fue Ch\u00e1vez para la sostenida paz en la regi\u00f3n. Y para el firme rechazo conjunto a la violencia norteamericana en Medio Oriente o la instalaci\u00f3n de un centro de detenci\u00f3n y tortura en Guant\u00e1namo. Entre tanto \u201cel concierto de las naciones\u201d acompa\u00f1aba, hac\u00eda de comparsa o, en el mejor de los casos, miraba para otro lado.<\/p>\n
Se habla de un bravuc\u00f3n (que pod\u00eda serlo de palabra, si ven\u00eda al caso), pero fue un pilar en tiempos de trabajosa integraci\u00f3n regional, connotada por la ausencia de conflictos b\u00e9licos relevantes.<\/p>\n
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A la hora de la hora, el orador impenitente sab\u00eda escuchar. Acept\u00f3, a instancias especialmente de Kirchner, someterse al refer\u00e9ndum revocatorio: una elecci\u00f3n a todo o nada durante un mandato vigente, algo que casi no existe en ninguna Constituci\u00f3n del mundo. Deb\u00eda descomprimir la tensi\u00f3n interna. El mejor camino eran las urnas. Supo entender, le sobr\u00f3 cuero para jugarse. Y ganar, esa arte tan esquiva para varios republicanos de opereta que s\u00f3lo convocan minor\u00edas.<\/p>\n
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Venezuela, como tantos pa\u00edses, se benefici\u00f3 con el alza sideral del petr\u00f3leo. No hay datos de otras naciones que, sin ser potencias y arrastrando necesidades importantes, usara esa riqueza para trabar relaci\u00f3n con otros menos afortunados, para ayudarlos. De nuevo, abundan traducciones esquem\u00e1ticas, provenientes de aquellos que no registran los cambios hist\u00f3ricos y usan siempre las mismas categor\u00edas. El ladr\u00f3n cree que todos son de su condici\u00f3n; el imperialista, tambi\u00e9n. Por eso subestiman o encasillan mal lo que concret\u00f3 Ch\u00e1vez trasfundiendo petr\u00f3leo a precio de regalo a aliados vecinos: Nicaragua o Cuba son los m\u00e1s caracter\u00edsticos. O hasta ideol\u00f3gicos: lleg\u00f3 a vender nafta barata para abaratar el bus de Londres cuando lo gobernaba Ken Livingstone, un cuadro izquierdista apodado \u201cel alcalde rojo\u201d.<\/p>\n
Venezuela no se constituy\u00f3 en una metr\u00f3poli sino en una peculiar variaci\u00f3n de aliado. El ejemplo de Cuba es el m\u00e1s complejo y evidente. Iba dinero a Cuba, desembarcaban m\u00e9dicos y maestros cubanos en Venezuela, se formaban m\u00e9dicos de toda la regi\u00f3n en La Habana con financiamiento venezolano. \u00bfHab\u00eda pujas por ver qui\u00e9n \u201cconduc\u00eda\u201d a qui\u00e9n en esta relaci\u00f3n o en la que lo lig\u00f3 con Brasil y Argentina? Seguro que la hubo, siempre est\u00e1 presente entre aliados o compa\u00f1eros de ruta. Pero no se plasm\u00f3 en la relaci\u00f3n imperio-colonia.<\/p>\n
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Citaba a Bol\u00edvar, a Tupac Amaru, a Fidel, a Mariano Moreno, a Dorrego, a San Mart\u00edn, a Salvador Allende… Ninguno de los presidentes argentinos de los \u00faltimos a\u00f1os evoca tanto al ex presidente Juan Domingo Per\u00f3n en sus modos ret\u00f3ricos ni lo cita tanto en sus discursos. Era un autodidacta \u00e1vido y se aggiornaba continuamente, vaya a saberse en qu\u00e9 momentos o ratos libres. Regalarle al presidente Barack Obama Las venas abiertas de Am\u00e9rica Latina, de Eduardo Galeano, fue un gesto ingenioso, pleno de simbolismo. Conoc\u00eda la historia de nuestro pa\u00eds mejor que la mayor parte de los dirigentes argentinos actuales. Alguna vez se enzarz\u00f3 con Cristina en una charla sobre el revisionista Jorge Abelardo Ramos, lo ten\u00eda en su biblioteca.<\/p>\n
Sus discursos eran largos, seguramente caribe\u00f1os, pod\u00edan albergar un tramo musical cantado a voz en cuello o un gesto teatral, como cuando se sacudi\u00f3 el azufre dejado por George Bush en las Naciones Unidas. Pero distaban mucho de la parodia, al contrario, eran ejemplo de comunicaci\u00f3n de masas. Conjugaban la l\u00f3gica de la ret\u00f3rica dirigida a pueblos y militantes: s\u00edntesis hist\u00f3rica, semblanza y glorificaci\u00f3n de los pr\u00f3ceres. Nadie se iba sin tener una pintura de lo que quiso expresar, sin un par de consignas, de mensajes para trasmitir a sus compa\u00f1eros o en sus barrios.<\/p>\n
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Cuando el rey de Espa\u00f1a le espet\u00f3 \u201cpor qu\u00e9 no te callas\u201d sincer\u00f3 una verdad honda, que trascend\u00eda la levedad de la an\u00e9cdota. En el centro del mundo quer\u00edan acallarlo, anularlo. No porque fuera exagerado y ruidoso, sino por lo que dec\u00eda y representaba. Lo aborrecieron en Estados Unidos y en la Europa central. No odian a los dictadores: auparon a muchos. No odian la violencia que ellos ejercieron en Irak o Afganist\u00e1n. Odian el desaf\u00edo pol\u00edtico e ideol\u00f3gico que le propuso nuestro Sur, en una era de relativa independencia y autonom\u00eda, sin un \u00e1pice de olor a p\u00f3lvora.<\/p>\n
El cronista le debe al periodista y ensayista Ernesto Sem\u00e1n esta caracterizaci\u00f3n del antagonismo ideol\u00f3gico, que tiene m\u00e1s de cien a\u00f1os y reflorece vital en el siglo XXI: \u201cCh\u00e1vez captur\u00f3 como pocos un com\u00fan denominador regional que precede al populismo: una idea de republicanismo, que pone en el centro pol\u00edtico los derechos sociales e ideas de bien com\u00fan (que muchas veces pueden ser al mismo tiempo inclusivas y autoritarias) por sobre ideas de libertad individual y derechos de propiedad privada que caracterizan al liberalismo en su versi\u00f3n norteamericana\u201d.<\/p>\n
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Se lo evocar\u00e1 mostrando una edici\u00f3n de bolsillo de la Constituci\u00f3n bolivariana, bailando, abrazando a sus pares, pronunciando palabras conmovedoras frente al f\u00e9retro de Kirchner. El cronista se lleva en la memoria un acto realizado en Ferro, en contrapunto con la presencia de George W. Bush en Uruguay. Este escriba corr\u00eda contra el cierre. El discurso se rizaba y era imposible saber cu\u00e1ndo llegaba a su fin. La raz\u00f3n profesional del cronista le ordenaba partir, para darle al teclado. Su coraz\u00f3n lo clavaba ah\u00ed. Le era imposible, como a muchos millones de latinoamericanos, no quererlo y disfrutar de su palabra.<\/p>\n
Que no era hueca, adem\u00e1s. Esa vez describi\u00f3 a \u201cCristina y N\u00e9stor\u201d como \u201cmis hermanos porque somos hijos de la misma crisis\u201d, una frase tan afectuosa como precisa. Y agreg\u00f3 que cre\u00eda m\u00e1s en los procesos hist\u00f3ricos que en los hombres providenciales. Que si Bol\u00edvar hubiera muerto de disenter\u00eda en la infancia o si San Mart\u00edn no hubiera regresado de Espa\u00f1a, la independencia de sus pa\u00edses hubiera llegado igual. Tratemos de combinar, a pluma alzada, las dos afirmaciones. El determinismo absoluto no existe, las condiciones propicias s\u00ed.<\/p>\n
La sincron\u00eda de gobiernos de matriz popular, cr\u00edticos de los desvar\u00edos y de la entrega noventista, es consecuencia de un marco general: el fracaso del neoconservadorismo. En cuanto a lo de los dirigentes providenciales, acaso no existan, estrictamente. Y por cierto de nada sirven si no \u201cembocan\u201d el momento hist\u00f3rico en que les toca vivir. Pero hay protagonistas que llegan al tope de las posibilidades disponibles. Que saben interpelar a sus pueblos y articular alianzas como pocos o nadie. Ch\u00e1vez fue uno de ellos, en ese sentido es irremplazable. En todo lo dem\u00e1s, se abren todos los enigmas acerca de c\u00f3mo se suple, en pleno proceso de cambio, a un jefe carism\u00e1tico consagrado merced a sus acciones rompiendo la tradici\u00f3n y reformando a fondo las instituciones. Instituciones y tradici\u00f3n marchitas y est\u00e9riles, por si hace falta resaltarlo.<\/p>\n
Entre tanto, seguramente sin mayor originalidad, pero presumiendo que en sinton\u00eda con los lectores de este diario, el cronista llora a su modo la p\u00e9rdida de un compa\u00f1ero y de un referente.<\/p>\n
Por Mario Wainfeld<\/p>\n