El pasado domingo, el peri\u00f3dico dedicado al mundo del espect\u00e1culo Variety \u2013centrado especialmente en el aspecto econ\u00f3mico del show business\u2013 lanz\u00f3 lo que, en cierto sentido, es una noticia hist\u00f3rica: por primera vez, Netflix super\u00f3 a HBO en cantidad de suscriptores en los Estados Unidos. En efecto: con el cierre del primer cuatrimestre de 2013, el servicio de video on demand tendr\u00e1 en el territorio norteamericano unos 29,17 millones de suscriptores, mientras que la se\u00f1al de cable premium tendr\u00e1 poco m\u00e1s de 28 millones. Se trata de una noticia hist\u00f3rica cuya vibraci\u00f3n va mucho m\u00e1s all\u00e1 de lo que puede considerarse un mero hecho financiero.<\/p>\n
En primer lugar, Netflix sum\u00f3 dos millones de nuevos suscriptores s\u00f3lo desde el fin de 2012 a la fecha y su ritmo de crecimiento es enorme. Si bien la empresa surgi\u00f3 en 1997 como una tienda de alquiler de DVD f\u00edsicos online, lo que permiti\u00f3 que creciera a este nivel fue el perfeccionamiento de las tecnolog\u00edas de visualizaci\u00f3n en streaming, que permite que el usuario, a cambio de una cuota mensual, disponga de un cat\u00e1logo que, en los Estados Unidos, supera los 100.000 t\u00edtulos (algo por cierto a\u00fan muy lejano para los mercados nuevos de la firma como la Argentina y Brasil, donde est\u00e1 presente desde 2011). El usuario puede ver lo que quiera cuando quiera y en alta resoluci\u00f3n, pero esto no habr\u00eda sido posible sin la concurrencia de tres factores tecnol\u00f3gicos imprescindibles: las mejoras en la rapidez de los procesadores de las computadoras, el crecimiento del ancho de banda para la transmisi\u00f3n de datos y el abaratamiento de los costos de las televisiones de \u00faltima generaci\u00f3n o modelos smart.<\/p>\n
Sin embargo, si bien es hist\u00f3rico que en el territorio con mayor consumo \u2013y producci\u00f3n global\u2013 de entretenimiento haya sobrepasado a su rival m\u00e1s conspicuo, los n\u00fameros mismos explican un mapa sutilmente distinto. En efecto: en todo el mundo, el sistema de cable premium HBO tiene m\u00e1s de 114 millones de abonados, mientras que Netflix tiene s\u00f3lo 38 millones (en la Argentina se estima que el servicio tiene entre 30.000 y 40.000 abonados). Pero hay que desmenuzar mejor los n\u00fameros: HBO est\u00e1 presente en 115 pa\u00edses de todo el mundo mientras que Netflix, en doce pa\u00edses de Am\u00e9rica, y prefiri\u00f3 concentrar sus esfuerzos en su territorio matriz, que por las cifras han dado frutos. En todo caso, la diferencia viene por el lado de la expansi\u00f3n en el tiempo: mientras que Netflix comenz\u00f3 a crecer en 1997, HBO se lanz\u00f3 en 1972. En Am\u00e9rica Latina, de paso, HBO se expandi\u00f3 muy r\u00e1pidamente de la mano del cable por formar parte durante tres lustros del abono b\u00e1sico. Cuando se transform\u00f3 en premium en estos territorios, mantuvo una expansi\u00f3n constante en la medida en que muchos quer\u00edan seguir manteniendo el servicio, que pertenece a Warner Communications Inc.<\/p>\n
Una vez vistos todos los n\u00fameros, y si tenemos en cuenta que HBO ha lanzado sus propios sistemas de contenidos on demand, vemos que el crecimiento de Netflix tiene que ver con el \u00faltimo rubro, que es traducci\u00f3n al lenguaje empresarial de una revoluci\u00f3n del consumo cultural y las comunicaciones a la cual a\u00fan no se le ha prestado la suficiente atenci\u00f3n. Gracias a la facilidad de conexi\u00f3n a Internet y el desarrollo de nuevas tecnolog\u00edas que se van volviendo progresivamente m\u00e1s baratas, la tendencia es que deje de haber espectadores y se hable lisa y llanamente de usuarios. <\/p>\n
Si bien la televisi\u00f3n de aire todav\u00eda ocupa la mayor cuota del mercado de las comunicaciones audiovisuales en todo el mundo, esto ha comenzado a revertirse en la medida en que se revierte, al mismo tiempo, la brecha tecnol\u00f3gica entre quienes pueden acceder a conexiones de banda ancha y quienes no. La mejora en los materiales y los algoritmos de compresi\u00f3n para la transmisi\u00f3n de cada vez m\u00e1s datos en menos tiempo y con mayor fidelidad hace que la vieja antena de captar canales se vuelva una herramienta obsoleta. Internet ha acostumbrado al nuevo usuario a no esperar horarios y a disponer de contenidos en el momento en que lo desee. No s\u00f3lo eso: tambi\u00e9n lo ha acostumbrado a la interactividad y a compartir esos contenidos. Cualquiera puede enviar a sus conocidos el clip de YouTube que est\u00e1 viendo, por ejemplo. Y hay algo m\u00e1s: es usuario tambi\u00e9n porque produce contenidos. Plataformas como la mencionada YouTube o Vimeo son, adem\u00e1s y hasta cierto punto, gratuitas y confiables, y poco a poco el mundo de la publicidad va contando m\u00e1s con Internet como medio de dar a conocer productos en detrimento de la televisi\u00f3n tradicional: despu\u00e9s de todo, la publicidad en Internet permite un monitoreo en tiempo real.<\/p>\n
Lo que hizo crecer en la \u00faltima d\u00e9cada y media a HBO fue la capacidad de producir contenidos que no pod\u00edan verse en la televisi\u00f3n tradicional, sea por su lenguaje o por sus temas. Fue ese tipo de producci\u00f3n, de tipo cinematogr\u00e1fico en cuanto a elencos y presupuestos (que, adem\u00e1s, se pueden ver sin cortes publicitarios, lo que implica otra est\u00e9tica) lo que hizo estallar el servicio en todos los territorios con t\u00edtulos como Los Soprano, Six Feet Under o, m\u00e1s recientemente y con mucho \u00e9xito, Game of Thrones. Pero Netflix tambi\u00e9n comenz\u00f3 a competir en la producci\u00f3n de contenidos con tres series: Lilyhammer, sobre la vida de un mafioso, la muy exitosa y de alt\u00edsimo perfil House of Cards, sobre la pol\u00edtica en el Washington de hoy y con Kevin Spacey de protagonista, y la reci\u00e9n estrenada serie de terror Hemlock Grove, sobre lic\u00e1ntropos y producida por el especialista Eli Roth (Hostel). La diferencia es que a las series de Netflix se accede cuando se desea, y HBO tiene una grilla. Todos estos proyectos funcionan porque, con el abono, en realidad los financia el propio usuario. Y su impacto se multiplica en la medida en que generan fanatismo. HBO, pues, es el \u00faltimo eslab\u00f3n de la TV tradicional y Netflix, el primero de la nueva. El cambio es profundo y las inversiones que importan son, hoy, en contenidos y aplicaciones interactivas, lo m\u00e1s desarrollado. El televisor es, pues, una herramienta m\u00e1s, ya no una caja boba.<\/p>\n
Fuente: BAE<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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