{"id":13974,"date":"2013-07-26T00:00:00","date_gmt":"2013-07-26T03:00:00","guid":{"rendered":"https:\/\/satsaid.com.ar\/noticias\/recordamos-a-evita\/"},"modified":"2022-10-21T19:37:39","modified_gmt":"2022-10-21T22:37:39","slug":"recordamos-a-evita","status":"publish","type":"noticias","link":"https:\/\/satsaid.com.ar\/noticias\/recordamos-a-evita\/","title":{"rendered":"Recordamos a Evita"},"content":{"rendered":"

Hoy, 26 de julio de 2013, se cumplen 61 a\u00f1os de la muerte de Eva Duarte de Per\u00f3n, la mujer que se convirti\u00f3 en un emblema nacional. Habr\u00e1 actos, pronunciamientos y homenajes de distinto tipo. Nosotros elegimos recordarla con una columna de opini\u00f3n que el historiador y ensayista Norberto Galasso public\u00f3 en la edici\u00f3n de hoy de Tiempo Argentino:
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\u201cEl recorrido de la vida de Evita permite comprender las razones por las cuales, a 61 a\u00f1os de su desaparici\u00f3n f\u00edsica, su menci\u00f3n provoca a\u00fan el entusiasmo de todos aquellos que bregan por un mundo mejor; y, asimismo, contin\u00faa generando el odio de las minor\u00edas reaccionarias. Es decir, ella ha trascendido y sigue vigente porque es uno de los s\u00edmbolos m\u00e1s contundentes del protagonismo popular en aquel pasado de hondas transformaciones.<\/p>\n

Su nombre se asocia de inmediato al avance de los derechos de la mujer especialmente en la lucha por el voto femenino, a su representaci\u00f3n de los trabajadores en el gran frente nacional, a su indignaci\u00f3n ante la injusticia, a su preocupaci\u00f3n por los desamparados, a su fidelidad con su origen popular, a su proclamaci\u00f3n de que la raza de los privilegiados debe desaparecer. Su menci\u00f3n se relaciona con los barrios de viviendas populares, con los grandes policl\u00ednicos, con la preocupaci\u00f3n por una ni\u00f1ez alegre y sana, con su postulaci\u00f3n de una sociedad sin clases explotadoras y donde hombres y mujeres vivan dignamente, en plena solidaridad e igualdad.<\/p>\n

No teoriz\u00f3 ella sobre estos temas, sino que entreg\u00f3 alma y vida para concretarlos. Ante tantos pseudo-revolucionarios conocedores de todos los textos cl\u00e1sicos le\u00eddos en lengua extranjera, ella se ocup\u00f3 de asumir las tareas concretas \u2013s\u00f3lo eso, nada menos que eso\u2013 identificando siempre con claridad d\u00f3nde estaba el enemigo que intentaba cerrar el camino al progreso nacional y social. Lo hizo con pasi\u00f3n, incluso con fanatismo, en una entrega total, hasta sus \u00faltimas fuerzas, en la convicci\u00f3n de que esa era su misi\u00f3n y que su ejemplo elevar\u00eda la conciencia revolucionaria de hombres y mujeres de su pueblo, que la recordar\u00edan \u2013dijo\u2013 “mientras subsistiera alguna injusticia” y lo hizo con la certeza \u2013como tambi\u00e9n lo dijo\u2013 de que ellos “recoger\u00edan su nombre y lo llevar\u00edan como bandera a la victoria”.<\/p>\n

Por eso ha trascendido m\u00e1s all\u00e1 de su muerte. Por eso ha reaparecido en cuentos como “Esa mujer” de Rodolfo Walsh, uno de los mejores de la literatura argentina; por la misma raz\u00f3n ha resurgido en la pl\u00e1stica (a\u00fan con est\u00e9ticas diferentes como en Ricardo Carpani o Daniel Santoro) y en notables poemas como en Osvaldo Lamborghini (“Eva Per\u00f3n en la hoguera”). Por la misma raz\u00f3n su retrato ha cobijado nuevas manifestaciones populares y su recuerdo alimenta los mejores sue\u00f1os, a\u00fan en aquellos que no la conocieron.<\/p>\n

Algunos la mantienen viva en los retratos de las villas, en los \u00faltimos rincones del pa\u00eds; otros encuentran en su imagen el fuego para continuar enarbolando proyectos de profunda transformaci\u00f3n social.<\/p>\n

No quiso ser “la Primera Dama” como tantas otras que pasaron al olvido. Prefiri\u00f3 que el pueblo la recordase simplemente como “la compa\u00f1era Evita”. Y como tal contin\u00faa todav\u00eda en la lucha contra las desigualdades y las injusticias.\u201d<\/p>\n

Evita inmortal
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\nHoy se cumplen 61 a\u00f1os de la muerte de Mar\u00eda Eva Duarte de Per\u00f3n, a causa de un c\u00e1ncer de \u00fatero. El deceso se produjo a las 20.25 del 26 de julio de 1952 y Evita ten\u00eda solo 33 a\u00f1os de edad. Al momento de su fallecimiento pesaba 38 kilogramos y ten\u00eda el mal, detectado dos a\u00f1os antes, ramificado por todo el cuerpo.<\/p>\n

El 22 de agosto de 1951, en una multitudinaria concentraci\u00f3n realizada en la Av. 9 de Julio de la Ciudad de Buenos Aires, denominada “Cabildo Abierto del Justicialismo”, la C.G.T. y el Partido Peronista Femenino proclamaron la adhesi\u00f3n de Evita a la f\u00f3rmula Per\u00f3n\u2013Eva Per\u00f3n para las elecciones.<\/p>\n

Pocos d\u00edas despu\u00e9s, el 31 de agosto, Evita anunciaba por cadena nacional de radiodifusi\u00f3n “su decisi\u00f3n irrevocable y definitiva de renunciar al honor con que los trabajadores y el pueblo” quisieron honrarla. El 11 de noviembre de 1951 la f\u00f3rmula Per\u00f3n – Quijano se impuso con el 62,49% de los votos, influyendo notoriamente en este resultado el nuevo sufragio femenino.<\/p>\n

Eva, gravemente enferma, es internada y operada pocos d\u00edas antes en el Policl\u00ednico Presidente Per\u00f3n de Avellaneda, donde vota por primera y \u00fanica vez, indica el Museo Evita. El 14 de noviembre de 1951, abandona el hospital. A pesar de sus esfuerzos por retomar la actividad, el deterioro progresivo de su salud impone un freno a su tarea.<\/p>\n

El 4 de Junio de 1952, acompa\u00f1a al Presidente en los actos de asunci\u00f3n de su nuevo mandato. Es su \u00faltima aparici\u00f3n en p\u00fablico.<\/p>\n

Tras una penosa agon\u00eda, el 26 de Julio de 1952 mor\u00eda a los 33 a\u00f1os, en la Residencia Presidencial, en Buenos Aires. Fue un s\u00e1bado fr\u00edo y lluvioso en Buenos Aires. <\/p>\n

Los teatros y los cines levantaron sus funciones y los grandes comedores bajaron sus persianas. El duelo oficial se prolong\u00f3 hasta el 11 de agosto, cuando sus restos, embalsamados por el m\u00e9dico espa\u00f1ol Pedro Ara, fueron depositados en el edificio de la Confederaci\u00f3n General del Trabajo (CGT).<\/p>\n

Fueron 14 d\u00edas de dolor y llanto, y m\u00e1s de dos millones de personas estuvieron presentes para darle el \u00faltimo adi\u00f3s. La cure\u00f1a con su f\u00e9retro fue trasladado por obreros de la CGT, en una procesi\u00f3n cuyas im\u00e1genes en blanco y negro siguen impactando por el dolor, por la cantidad de gente, por la historia que contienen, afirma el Museo.<\/p>\n

“Quedaba a\u00fan su viaje final, el calvario que recorri\u00f3 su cad\u00e1ver embalsamado, que de los honores recibidos en el funeral, propios de un jefe de Estado aunque Evita nunca tuvo cargo oficial alguno, pas\u00f3 a ser albergado en la central obrera hasta 1955, cuando al caer derrocado Per\u00f3n, fue secuestrado por la dictadura militar de entonces. A partir de all\u00ed, el ata\u00fad recorri\u00f3 la ciudad en una camioneta por m\u00e1s de un a\u00f1o; sin embargo, “misteriosamente”, siempre aparec\u00edan flores y velas en los lugares donde la estacionaban”, recuerda.<\/p>\n

Su cuerpo fue mutilado y profanado y finalmente enviado clandestinamente a Italia. Estuvo enterrada, bajo un nombre falso, Mar\u00eda Maggi de Magistris, durante 14 a\u00f1os, en el cementerio Maggiore, de Mil\u00e1n.<\/p>\n

En 1971, el cuerpo le fue devuelto a Juan Domingo Per\u00f3n en Madrid, que lo tuvo en su residencia. Lleg\u00f3 a la Argentina en 1974 y durante dos a\u00f1os permaneci\u00f3 en la Quinta presidencial. Finalmente, desde 1976, descansa en paz en la tumba familiar, en el cementerio de la Recoleta.<\/p>\n

Hoy se la recordar\u00e1 con distintos actos. Uno se realizar\u00e1 a las 12 en el Cementerio de la Recoleta, donde descansan sus restos. M\u00e1s tarde, a las 19, habr\u00e1 una misa en la Catedral Metropolitana.<\/p>\n

FUENTE: Cr\u00f3nica\/Terra<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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