El hombre que simboliz\u00f3 la lucha contra el apartheid y Premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, muri\u00f3 anoche a los 95 a\u00f1os en su hogar en Qunu, en Johannesburgo. La noticia la anunci\u00f3 el presidente sudafricano Jacob Zuma dirigi\u00e9ndose al pa\u00eds por televisi\u00f3n. \u201cSe fue en paz rodeado por su familia. Ahora est\u00e1 descansando. Nuestra naci\u00f3n perdi\u00f3 a su gran hijo. Sudafricanos, Nelson Mandela nos uni\u00f3 y unidos le diremos adi\u00f3s.\u201d <\/p>\n

Cuando Mandela asumi\u00f3 la presidencia el 10 de mayo en 1994, Sud\u00e1frica terminaba con 46 a\u00f1os de apartheid. Era el fin del r\u00e9gimen de segregaci\u00f3n racial que imped\u00eda a los sudafricanos negros contar con los mismos derechos y oportunidades que sus compatriotas blancos. En su discurso inaugural ante miles de personas, que fue m\u00e1s una celebraci\u00f3n democr\u00e1tica que una solemne toma de posesi\u00f3n, el flamante presidente dej\u00f3 las cosas en claro: \u201cNunca m\u00e1s esta hermosa tierra volver\u00e1 a experimentar la opresi\u00f3n de uno sobre el otro y sufrir la indignidad de ser la escoria del mundo\u201d. El trabajo m\u00e1s duro ser\u00eda desmontar el aparato jur\u00eddico heredado de los opresores y unificar un pa\u00eds dividido por casi medio siglo de discriminaci\u00f3n institucionalizada. Desde el Congreso Nacional Africano (CNA), partido que ayud\u00f3 a consolidar y que le sirvi\u00f3 como plataforma para plasmar su proyecto pol\u00edtico, hab\u00eda asegurado durante la campa\u00f1a electoral que convivir supon\u00eda gobernar para todos los sudafricanos, independientemente de su color de piel, origen, creencia, status o procedencia geogr\u00e1fica.<\/p>\n

En su autobiograf\u00eda, El largo camino hacia la libertad, Mandela escribi\u00f3 que el gobierno de las mayor\u00edas y la paz interna eran las dos caras de una misma moneda, y que si los sudafricanos blancos no lo entend\u00edan entonces jam\u00e1s habr\u00eda paz y estabilidad en el pa\u00eds. Los dirigentes del Partido Nacional (PN), art\u00edfices del apartheid, finalmente lo comprendieron y el 11 de febrero de 1990, tras 27 a\u00f1os de encierro, liberaron a Mandela. El entonces presidente Frederik de Klerk lo convirti\u00f3 en un interlocutor leg\u00edtimo para pactar una transici\u00f3n sin sangre. La proscripci\u00f3n al CNA fue levantada y el PN acord\u00f3 el paulatino repliegue del r\u00e9gimen segregacionista, en momentos en que los enfrentamientos tribales y la tensi\u00f3n entre blancos y negros amenazaban con desencadenar una guerra civil. Fue entonces cuando Mandela entendi\u00f3 su misi\u00f3n casi providencial. Llam\u00f3 a todos los sudafricanos a la calma y prometi\u00f3 que en la nueva etapa por comenzar no habr\u00eda supremac\u00eda racial ni de ning\u00fan tipo. Su actuaci\u00f3n le vali\u00f3 el Premio Nobel de la Paz en 1993, compartido con De Klerk, quien ser\u00eda su vicepresidente. La elecci\u00f3n de su compa\u00f1ero de f\u00f3rmula era un gesto hacia la minor\u00eda blanca que esperaba, equivocadamente, un tiempo de revancha. En cambio, obtuvieron de \u00e9l una oportunidad para la reconciliaci\u00f3n.<\/p>\n

A diferencia de sus rivales pol\u00edticos, Mandela comprendi\u00f3 que cualquier reivindicaci\u00f3n deb\u00eda darse a trav\u00e9s de las instituciones. En sinton\u00eda con las necesidades de una sociedad a punto de explotar, condens\u00f3 su filosof\u00eda pol\u00edtica en una declaraci\u00f3n coherente con su accionar: \u201cSi quer\u00e9s hacer las paces con tu enemigo, ten\u00e9s que trabajar con tu enemigo. Entonces \u00e9l se vuelve tu compa\u00f1ero\u201d.<\/p>\n

Permaneci\u00f3 en la prisi\u00f3n de Robben Island durante 17 a\u00f1os. Los \u00faltimos diez de encierro los pas\u00f3 en la c\u00e1rcel de Pollsmoor. Durante su confinamiento, realiz\u00f3 trabajos forzados, sobrevivi\u00f3 en condiciones indignas y sin ning\u00fan tipo de comunicaci\u00f3n con el exterior. Su abogado George Bizos lo record\u00f3 en uno de los pocos encuentros que el r\u00e9gimen le concedi\u00f3. \u201cEn una visita, lo trajeron a la sala donde nos reun\u00edamos con los presos. Lleg\u00f3 escoltado por dos guardias delante, dos a cada lado y dos detr\u00e1s. Lo incre\u00edble de Mandela es que nunca se comport\u00f3 como un prisionero. Caminaba con la frente en alto y era \u00e9l quien marcaba el paso a los escoltas. Cuando lleg\u00f3 me dijo en broma: \u2018George, perm\u00edteme que te presente a mi guardia de honor\u2019. Al menos uno de los polic\u00edas no pudo esconder una sonrisa\u201d. A pesar de la proscripci\u00f3n que sufr\u00eda el CNA, Mandela continu\u00f3 su lucha a trav\u00e9s de su propia figura, que adquir\u00eda notoriedad internacional y que congregaba a la mayor\u00eda de su pueblo. En 1984, el PN le ofreci\u00f3 dejarlo en libertad si abandonaba la conducci\u00f3n de su partido. Declin\u00f3 la oferta por considerarla una burla a sus principios pol\u00edticos y a su dignidad personal. Sab\u00eda que faltaba cada vez menos para ver cumplido su sue\u00f1o de una Sud\u00e1frica libre y democr\u00e1tica. Soport\u00f3 seis a\u00f1os m\u00e1s en la c\u00e1rcel.<\/p>\n

La proscripci\u00f3n del CNA en 1960 lo oblig\u00f3 a pasar a la clandestinidad y a buscar apoyo entre los movimientos africanistas que luchaban por la independencia en sus respectivos pa\u00edses. Ese mismo a\u00f1o integra el Umkhonto we Sizwe, brazo armado del movimiento pol\u00edtico que enfrentaba al PN. El recrudecimiento de la represi\u00f3n frente a las protestas y los levantamientos precipit\u00f3 la estrategia de sabotaje, boicot y la guerra de guerrillas. Cuando Mandela regres\u00f3 de una gira por el continente africano, donde se encontr\u00f3 con camaradas de pa\u00edses en procesos de emancipaci\u00f3n, fue detenido por el r\u00e9gimen. En 1964 fue condenado a cadena perpetua por conspirar contra el gobierno en el c\u00e9lebre juicio de Rivonia. Asumi\u00f3 su propia defensa y aprovech\u00f3 la atenci\u00f3n que suscitaba el caso para pronunciar sus palabras m\u00e1s recordadas: \u201cHe luchado contra la dominaci\u00f3n blanca y he luchado contra la dominaci\u00f3n negra. He acariciado el ideal de una sociedad democr\u00e1tica y libre en la que todas las personas vivan juntas en armon\u00eda y con igualdad de oportunidades. Se trata de un ideal que espero vivir y lograr. Pero, si tuviera que ser de otra forma, es un ideal por el cual estoy preparado para morir\u201d.<\/p>\n

Fuente: P\u00e1gina 12.
\nInforme: Patricio Porta.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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